lunes, 29 de agosto de 2016

El relato político de Rafael Correa ante la visita del papa Francisco

Por Ana Belén Cordero

EnglishEn medio de un agitado mes de manifestaciones ciudadanas, marchas y protestas en las diferentes ciudades del país por parte de distintos sectores de la sociedad ecuatoriana —producto de los últimos proyectos de ley recientemente introducidos al Legislativo respecto a una nueva alza de impuestos a la plusvalía y la herencia—; y también en medio del malestar que generan la figura presidencial y el partido de Gobierno en el poder, se dio la visita del papa Francisco a Ecuador. Un país constitucionalmente laico, pero donde ocho de cada diez ciudadanos se define como católico, dio la bienvenida al líder de la Iglesia.

 

Según datos de la encuestadora Cedatos, la aprobación de la gestión de Rafael Correa entre enero y junio de 2015 cayó en catorce puntos (de 60% al 46%). Ante estas cifras, el amplio malestar ciudadano y la inminente necesidad de tregua, el Gobierno ecuatoriano emprendió una campaña de comunicación de la visita Papal, con la finalidad de reponer la popularidad de la figura presidencial. Sin embargo, esto generó aún más descontento, debido a la flagrante politización de la llegada del papa Francisco a Ecuador.

 

En la tarde del domingo 5 de julio, en el aeropuerto de la capital de Ecuador, el presidente Rafael Correa dio su discurso de bienvenida al Papa Francisco.

 

A raíz del malestar ciudadano por las reiteradas subidas de impuestos —so pretexto de redistribuir la riqueza y mejorar los niveles de equidad en la sociedad ecuatoriana—, Correa marcó la cancha discursiva con declaraciones del papa, referentes a la pobreza, la riqueza y su distribución, a fin de evitar que Jorge Mario Bergoglio pudiera caer en contradicciones con lo que había dicho con anterioridad respecto a estos temas.

 

Sin embargo, el papa Francisco, en sus dos homilías, se refirió a la defensa de a familia, al diálogo y a la inclusión de quienes piensan diferente en todas sus intervenciones —bandera que han utilizado constantemente algunos de los líderes de la oposición ecuatoriana, entre los que se encuentra Guillermo Lasso.

 

En el discurso de Rafael Correa claramente se identifica en casi todos sus renglones la "técnica del enemigo", que por lo general se trata del capitalismo, "la insultante opulencia de unos pocos", el FMI a través de la mención a la "teoría del goteo¨, "los sistemas politicos y económicos perversos", "los países ricos", etc. Esta técnica, que él utiliza religiosamente en todas sus intervenciones, incluyéndola en sus cadenas sabatinas, ha sido usada una vez más en este último discurso.

 

Basta con leer con atención Laudato Si y Lumen Fidei para, al menos, deducir que el papa Francisco asumió con mucha prudencia algunas de las interpretaciones tergiversadas de la Doctrina Social de la Iglesia por parte de la forzada técnica discursiva de Rafael Correa, para constantemente señalar puntos de encuentro entre su pensamiento y el del líder de la Iglesia.

 

A continuación un análisis a algunas referencias del discurso del presidente Correa:

"[…] y nos compromete profundamente a cuidar nuestra casa común, al ser la primera Constitución en la historia de la humanidad en otorgar derechos a la naturaleza. El 20% de nuestro territorio está protegido en 44 reservas y parques naturales. La gama multicolor de nuestra flora y fauna se complementa y enriquece más con la diversidad de nuestras culturas humanas. Tenemos además de una mayoría mestiza, 14 nacionalidades indígenas con sus correspondientes lenguas ancestrales, incluyendo a dos pueblos no contactados, que han preferido el aislamiento voluntario en el corazón de la selva virgen".

Resulta, por decir lo menos, contradictorio que se mencione la protección tanto de la naturaleza como de los pueblos no contactados cuando el Gobierno ecuatoriano ha decido explotar el petróleo que se encuentra en la reserva natural Yasuní ITT, hogar de los pueblos no contactados del Ecuador.

– "[el Papa] nos dijo a los jefes de Estado reunidos en la Cumbre de las Américas en Panamá –cito- 'la inequidad, la injusticia, la injusta distribución de las riquezas y de los recursos es fuente de conflictos entre los pueblos, porque supone que el progreso de unos se construye sobre el necesario sacrificio de otros, y que para poder vivir dignamente hay que luchar contra los demás".

Es propio de la escuela de pensamiento económico del Socialismo del Siglo XXI el asumir que el pastel de la riqueza no se crea o agranda y que únicamente se reparte a fin de reducir los conflictos — lo que ha resultado en la práctica para Correa una total paradoja, puesto que las medidas fiscales que él ha planteado implementar han generado conflictos políticos.

 

El mandatario menciona constantemente a la dignidad en sus discursos, este no fue la excepción. Ante ello, el papa Francisco hizo mención a la dignidad con la que los ecuatorianos se han puesto de pie: "Señor Presidente, podrá contar siempre con el compromiso y la colaboración de la Iglesia, para servir a este pueblo ecuatoriano que se ha puesto de pie con dignidad".

 

– "Nos recuerda a todos los fieles que la tradición cristiana nunca reconoció como absoluto o intocable el derecho a la propiedad privada y subrayó la función social de cualquier forma de propiedad privada. Cita en su encíclica las palabras de San Juan Pablo II, quien nos visitó hace 30 años, cuando dice 'Dios ha dado la tierra a todo el género humano, para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno' y que, –añade-, la Iglesia defiende, sí el derecho a la propiedad privada, pero enseña con no menor claridad que toda propiedad privada grava siempre una hipoteca social para que los bienes sirvan a la destinación general que Dios les ha dado." 

 

Es propio también mencionar que Juan Pablo II, en su encíclica Sollicitudo rei Socialis de 1987, habla del derecho a la iniciativa económica y del derecho que tienen las personas a recoger el justo fruto de sus esfuerzos. En concreto dice: "la experiencia nos demuestra que la negación de tal derecho o su limitación en nombre de una pretendida 'igualdad' de todos en la sociedad, reduce, o. sin más, destruye de hechoel espíritu de iniciativa es decir, la subjetividad creativa del ciudadano".

– "El Evangelio dice 'donde está tu tesoro, está tu corazón'. Tenga la seguridad que mi tesoro no es el poder, sino el servicio".

Siguiendo esta línea lógica argumental, el corazón del presidente de Ecuador está en el servicio, no en el poder. Siendo así, lo aseverado guarda muy poca concordancia con la solicitud de enmiendas a la Constitución de 2008 —elaborada durante este Gobierno—, donde se incluye, entre otras cosas, la reelección indefinida e inmediata. No es menos oportuno mencionar que esta figura en países con sistemas politicos presidencialistas —no parlamentarios—, únicamente existe en Venezuela, Nicaragua y Bolivia.

 

Ana Belén Cordero es una abogada ecuatoriana, Máster en Derecho de Empresa por la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), Máster en Gerencia Política por la Universidad George Washington (GWU), y activista política. 

 

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